Sonaba la música y bailábamos, bailábamos, bailábamos.
Todas las noches venían mis amigos.

Era domingo. Eran las doce de la noche. Veía la tele. Iba a acostarme. Entonces alguien llamó a la puerta...

Estelle, la novelista de la clase, te cuenta la historia... leer

1 Carmen y Juan:
- Dame eso, por favor.
- Toma, aquí tienes, ¿demasiada luz todavía?
- Creo que sí.
- Entonces quieres las fotos de noche.
- Sí. Vamos a esperar un poco. Este lugar tiene algo
- ¿Cómo algo?
- Toma. Sí, hay algo, no sé, en el ambiente.
Viene una señora:
- ¿Para quién es esto?
- Es para ti. ¿no?
- Aquí tiene señora.
- ¿Qué le pasa?
- Nada, no se preocupe.
Carmen y Juan:
- ¿Te has dado cuenta? Me miró y...
- Ya, ya, y esas llaves ¿las dejo para ti?
- No, para mí no. Juan.
- ¿Qué?
- No me dejes sola.
- ¿Qué te pasa?
- No, nada, pero vuelve pronto.
2 Una mujer extraña:
- Señora ¡Oiga!
- ¿Le gusta?
- ¡Carmen!
- ¿Carmen? Solo mi padre me llamaba Carmen.
- ¿Pero que dices?
- ¿Quién es usted? ¿Qué hace usted aquí?
- Carmen, soy Juan.
- Perdone pero no lo conozco.
- ¿Que no me conoces Carmen?
- Usted me confunde con otra.
- Creo que sí.
- Apague la luz, no me gusta la luz eléctrica. La casa me gustaba más antes, a la luz de las velas.
- ¿Le gustaba más antes? ¿cuándo?
- Mire la luz de las velas. Bailábamos todas las noches. Todas las noches venían mis amigos. Sonaba la música y bailábamos, bailábamos, bailábamos.
- ¿Vivía usted aquí?
- No. Yo no. Aquí vivía él.
- ¿Él?
- Sí. Yo venía a todas sus fiestas pero un día...
(Se oye Carmen - Juan).
- Ahora vuelvo.
- No, no va a volver.
Carmen y Juan:
- Juan
- Carmen ¿qué pasa?
- Ha sido horrible. Un hombre, allí, me habló, en otro tiempo. Vivía en esta casa. bailaban todas las noches.
- ¿Qué hombre?
- Ese hombre.
- ¿Nos vamos al hotel?
- Creo que sí...
¡JA!¡JA!¡JA!¡JA!

Era domingo. Eran las doce de la noche. Veía la tele. Iba a acostarme. Entonces alguien llamó a la puerta...

Estelle, la novelista de la clase, te cuenta la historia...

Era domingo. Eran las doce de la noche. Veía la tele. Iba a acostarme. Entonces alguien llamó a la puerta…
¿Quién es ? Estaba mirando por la mirilla de la puerta, no había nadie. Empezaba a dar media vuelta cuando otra vez llamaron a la puerta. Un estremecimiento me atravesó el cuerpo. Esta vez, iba a ver a mi ventana. Corrí las cortinas "¡María purísima!". Me llevé un buen susto. Un súcubo, sacada las garras, intentó agarrarme para llevarme. De repente, se oyó la tele. El reportero repetía sin parar "Alerta, ¡Que nadie salga de su casa ! criaturas no identificadas circulan por las calles".
¡Ay! ¿qué era ? Apareció en el reportaje una silueta muy esbelta. Se movía a gran velocidad.
¿Qué son ? ¿Demonios? ¿Zombíes? ¿Hombres lobos? Se oyó un ruido arriba.
¡Dios mío! ¡Olvidé cerrar el tragaluz! Corrí por las escaleras con dolor de barriga. Me precipité en mi habitación y cerré el tragaluz. Sin embargo, tenía la sensación de no estar sola en casa. Me encerré en el cuarto de baño. Oí a mi gato. Me asusté, quería tenerlo cerca de mí, me daba miedo a que se lo llevaran los demonios. Saqué fuerza de flaqueza, me armé de valor y fui a buscarlo.
Estaba todo muy oscuro, pero me prohibí a mí misma encender la luz por temor a encontrarme cara a cara con un monstruo. Fui a tientas, precipitadamente, choqué con algo, sentí un soplo sobre mí. Se me pusieron los pelos de punta. Levanté la cabeza y detuve la mirada en dos ojos globulosos que me estaban mirando a mí.
Di un salto y desperté. Estaba debajo de una manta en el sofá, me había dormido delante de la tele que se quedó encendida. No había sido más que una pesadilla.

- Señora ¡Oiga! -
- ¿Quién es usted? ¿Qué hace usted aquí?
- Carmen, soy Juan.
- Perdone pero no lo conozco.
- ¿Que no me conoces Carmen?
- Usted me confunde con otra.
- Creo que sí.
- Apague la luz, no me gusta la luz eléctrica. La casa me gustaba más antes, a la luz de las velas.
- ¿Le gustaba más antes? ¿cuándo?
- Mire la luz de las velas. Bailábamos todas las noches. Todas las noches venían mis amigos. Sonaba la música y bailábamos, bailábamos, bailábamos.

Carmen y Juan están en el palacio de Lebrija para sacar fotos. Una señora misteriosa trae un libro y olvida las llaves sobre la mesa. Entonces, Juan sigue a la señora y al poco rato encuentra a un fantasma. Mientras tanto, Carmen ve a otro fantasma. El hombre se parece a Juan. Los dos se asustan y se van corriendo.

¿Qué pasó?
Carmen y Juan estaban en el palacio de Lebrija para sacar fotos. Una señora misteriosa trajo un libro y olvidó las llaves sobre la mesa. Entonces, Juan siguió a la señora y al poco rato encontró a un fantasma. Mientras tanto, Carmen vio a otro fantasma. El hombre se parecía a Juan. Los dos se asustaron y se fueron corriendo.

Se trata de una película con Juan y Carmen. Están en una casa. Es el palacio de Lebrija, en Sevilla. Al parecer, es una casa embrujada.
En la primera parte, una mujer llega y trae un libro para Juan. La mujer se va y olvida las llaves.
Juan la sigue para darle sus llaves.
Encuentra a una mujer que se parece a Carmen. Lleva un traje antiguo. La mujer dice que antes, todas las noches, bailaban.
Carmen está inquieta, tiene miedo porque hay un ambiente especial. El palacio tiene ALGO. Llama a Juan. Juan corre y encuentra a Carmen. Ella le dice que vio a un hombre que se parecía a una estatua. Se parece a Juan.
Los protagonistas tienen miedo y se van corriendo.
Y al final se oyen las risas de los fantasmas muy contentos porque han asustado a los visitantes.