DON QUIJOTE CAPÍTULO 8
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el Quijote según Trapiello (lengua actual)


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EL CAPÍTULO 8 LOS MOLINOS DE VIENTO Capítulo 8 Chapitre 8

capítulo 8

capítulo 8

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
La ventura nos guía mejor de lo que acertáramos a desear, Sancho, pues con esos desaforados gigantes entraré en batalla que es gran servicio quitar la mala simiente de la tierra.
¿Qué gigantes?
Aquellos que allí ves, de los brazos largos; que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
Mire vuestra merced, que no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que parecen brazos son las aspas, que, mueven la piedra del molino.
No sabes nada de aventuras: son gigantes, y, si tienes miedo, quítate de ahí, voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!

¡Pumba! ¡Catapumba! ¡Cataplán! ¡Cataplún!

¡Mi señor Don Quijote! No os dije que eran molinos de viento y no gigantes.
Calla, amigo Sancho, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; porque el sabio Frestón ha transformado esos gigantes en molinos para quitarme la gloria de vencerlos : tal es grande la enemistad que me tiene. minuto 3.55

VOCABULARIO acertar faire mouche desear souhaiter desoforados gigantes d'énormes géants mala simiente mauvaise graine non fuyades = no huyáis huir à l'impératif négatif ne fuyez pas cobarde lâche acometer attaquer las aspas les ailes du moulin la piedra la meule tener miedo avoir peur vencer vaincre

 

 


Sancho, con esos desaforados gigantes entraré en batalla.
¿Qué gigantes?
Aquellos que allí ves, de los brazos largos.
Mire vuestra merced, que no son gigantes, sino molinos de viento.
No sabes nada de aventuras: son gigantes, y, si tienes miedo, quítate de ahí, voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas!

¡Pumba! ¡Catapumba! ¡Cataplán! ¡Cataplún!

¡Mi señor Don Quijote! No os dije que eran molinos de viento y no gigantes.
Calla, amigo Sancho, el sabio Frestón ha transformado esos gigantes en molinos para quitarme la gloria de vencerlos.

 

 

El Caballero Don Quijote: La aventura de los molinos. 1.23.00
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Capítulo 8 ¡Molinos! 0.57.50

1.23.00

DON QUIJOTE ¡Mira, Sancho, contempla lo que tenemos ahí delante! La fortuna va guiando nuestras cosas mejor aún de lo que deseáramos. Porque ves allí, amigo más de 30 desaforados gigantes. Ahora mismo pienso entrar en batalla con ellos y quitarles las vidas para enriquecernos con sus despojos y arrebatarles sus reinos si es que poseen alguno.

SANCHO Muy bien, señor, muy bien. ¿Y a qué gigantes se refiere?

 DON QUIJOTE A aquellos que ves allí.

SANCHO ¿Allí?

DON QUIJOTE A aquellos cuya soberbia es mayor aún que su estatura y que agitan los cielos levantando una tempestad de viento y furor. ¡Aunque mováis más de 100 brazos, os rendirá mi espada! Mira, tan largos tienen los brazos. Algunos los tienen de más de dos leguas. Esta es buena batalla, Sancho. Gran servicio a Dios es quitar la mala simiente de la faz de la tierra. ¡Bruciferno! ¡Carmadón! ¡Nabor, el bello! ¡Taliagán! ¡Carnurón el malo! ¡Anfeón! ¡Carpatracio! ¡Bronastor el orgulloso!

 SANCHO ¡Señor! No son gigantes y lo que parecen brazos, son las aspas. ¡Señor!

 DON QUIJOTE Calla, Sancho y prepara a Rocinante. Apresúrate, amigo.
 SANCHO Señor, son molinos.

DON QUIJOTE Si tienes miedo, quédate y ponte en oración.

SANCHO No es miedo, señor. Verá... Lo que yo digo...

DON QUIJOTE Yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

SANCHO Preste atención vuestra merced. Con todos mis respetos. Son sólo molinos que mueve el viento. Son molinos.

DON QUIJOTE Son gigantes. Socorredme, señora mía Dulcinea. ¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete. ¡Aaaah!

SANCHO Señor... Señor, ya le dije que mirase bien lo que hacía, pero vuestra merced no quiso escucharme. Levántese. Levántese.

DON QUIJOTE Calla, Sancho, calla. ¿Sabes lo que pienso? ¿Qué? Que el malvado Frestón ha intervenido en esto. ¡Quedas avisado, Frestón! De nada han de valer tus malas artes contra la bondad de mi espada.

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
  
En ce moment ils découvrirent trente ou quarante moulins à vent qu'il y a dans cette plaine, et, dès que don Quichotte les vit, il dit à son écuyer :

—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ¿ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer?; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

  
—La fortune conduit nos affaires mieux que ne pourrait y réussir notre désir même. Regarde, ami Sancho ; voilà devant nous au moins trente démesurés géants, auxquels je pense livrer bataille et ôter la vie à tous tant qu'ils sont. Avec leurs dépouilles nous commencerons à nous enrichir ; car c'est prise de bonne guerre, et c'est grandement servir Dieu que de faire disparaître si mauvaise engeance de la face de la terre.
—¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.
  

—Quels géants ? demanda Sancho Panza.

—Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos; que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
  

— Ceux que tu vois là-bas, lui répondit son maître, avec leurs grands bras, car il y en a qui les ont de presque deux lieues de long.

—Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
  

—Prenez donc garde, répliqua Sancho, ce que nous voyons là-bas ne sont pas des géants, mais des moulins à vent et ce qui paraît leurs bras, ce sont leurs ailes, lesquelles, tournées par le vent, font tourner à leur tour la meule du moulin.

—Bien parece, respondió don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes, y, si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
  
—On voit bien, répondit don Quichotte, que tu n'es pas expert en fait d'aventures : ce sont des géants, te dis-je et, si tu as peur, ôte-toi de là et va te mettre en oraison pendant que je leur livrerai une inégale et terrible bataille.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
  
En parlant ainsi, il donna de l'éperon à son cheval Rossinante, sans prendre garde aux avis de son écuyer Sancho, qui lui criait qu'à coup sûr c'était des moulins à vent et non des géants qu'il allait attaquer. Pour lui, il s'était si bien mis dans la tête que c'était des géants que non seulement il n'entendait point les cris de son écuyer Sancho, mais qu'il ne parvenait pas, même en approchant tout près, à reconnaître la vérité. Au contraire, et tout en courant, il disait à grands cris :
—¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!
  
—Ne fuyez pas lâches et viles créatures, c'est un seul chevalier qui vous attaque !
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse; lo cual visto por don Quijote, dijo:
  
Un peu de vent s'étant alors levé, les grandes ailes de ces moulins commencèrent à se mouvoir, ce que voyant don Quichotte, il s'écria :

—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.
  
—Quand même vous remueriez plus de bras que le géant de Briarée : vous allez me le payer.

Y, en diciendo esto y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante, y, dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza pedazos, levándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
  
En disant ces mots, il se recommanda du profond de son cœur à sa dame Dulcinée, la priant de le secourir en un tel péril ; puis, bien couvert de son écu, et la lance en arrêt, il se précipita au plus grand galop de Rossinante, contre le premier moulin qui était devant lui ; mais au moment où il perçait l'aile d'un grand coup de lance, le vent la chassa avec une telle furie qu'elle mit la lance en pièces et qu'elle emporta après elle le cheval et le chevalier, qui s'en alla rouler un bon dans la poussière en fort mauvais état.
Acudió Sancho Panza a socorrerle a todo el correr de su asno, y, cuando llegó, halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.
  
Sancho Panza accourut à son secours de tout le trot de son âne et trouva en arrivant près de lui qu'il ne pouvait plus remuer tant le coup et la chute avaient été rudes.
—Mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?
  
—Miséricorde ! s'écria Sancho ; n'avais-je pas bien dit à Votre Grâce qu'elle prît garde à ce qu'elle faisait, que ce n'était pas autre chose que des moulins à vent ?
—Calla, amigo Sancho, respondió don Quijote, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas, al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
  
—Paix, paix ! ami Sancho, répondit Don Quichotte, les choses de la guerre sont plus que d'autres sujettes à des chances continuelles ; d'autant plus que je pense, que ce sage Freston, qui m'a volé les livres et mon cabinet, a changé ces géants en moulins pour m'enlever la gloire de les vaincre : tant est grande l'inimitié qu'il me porte ! Mais, en fin de compte son art maudit ne prévaudra pas contre la bonté de mon épée.
—Dios lo haga como puede, respondió Sancho Panza.
  
—Dieu le veuille, comme il le peut, répondit Sancho Panza ;
Y, ayudándole a levantar, tornó a subir sobre Rocinante, que medio despaldado estaba.
  
et il aida son maître à remonter sur Rossinante qui avait les épaules à demi déboîtées.

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ¿ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer?; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

—¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos; que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece, respondió don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes, y, si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
—¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse; lo cual visto por don Quijote, dijo:
—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.
Y, en diciendo esto y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante, y, dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza pedazos, levándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
Acudió Sancho Panza a socorrerle a todo el correr de su asno, y, cuando llegó, halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.
—Mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?
—Calla, amigo Sancho, respondió don Quijote, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas, al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
—Dios lo haga como puede, respondió Sancho Panza.
Y, ayudándole a levantar, tornó a subir sobre Rocinante, que medio despaldado estaba.

En ce moment ils découvrirent trente ou quarante moulins à vent qu'il y a dans cette plaine, et, dès que don Quichotte les vit, il dit à son écuyer :
En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La fortune conduit nos affaires mieux que ne pourrait y réussir notre désir même. Regarde, ami Sancho ; voilà devant nous au moins trente démesurés géants, auxquels je pense livrer bataille et ôter la vie à tous tant qu'ils sont. Avec leurs dépouilles nous commencerons à nous enrichir ; car c'est prise de bonne guerre, et c'est grandement servir Dieu que de faire disparaître si mauvaise engeance de la face de la terre.
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ¿ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer?; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
—Quels géants ? demanda Sancho Panza.
—¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.
— Ceux que tu vois là-bas, lui répondit son maître, avec leurs grands bras, car il y en a qui les ont de presque deux lieues de long.
—Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos; que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Prenez donc garde, répliqua Sancho, ce que nous voyons là-bas ne sont pas des géants, mais des moulins à vent et ce qui paraît leurs bras, ce sont leurs ailes, lesquelles, tournées par le vent, font tourner à leur tour la meule du moulin.
—Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

—On voit bien, répondit don Quichotte, que tu n'es pas expert en fait d'aventures : ce sont des géants, te dis-je et, si tu as peur, ôte-toi de là et va te mettre en oraison pendant que je leur livrerai une inégale et terrible bataille.
—Bien parece, respondió don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes, y, si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
En parlant ainsi, il donna de l'éperon à son cheval Rossinante, sans prendre garde aux avis de son écuyer Sancho, qui lui criait qu'à coup sûr c'était des moulins à vent et non des géants qu'il allait attaquer. Pour lui, il s'était si bien mis dans la tête que c'était des géants que non seulement il n'entendait point les cris de son écuyer Sancho, mais qu'il ne parvenait pas, même en approchant tout près, à reconnaître la vérité. Au contraire, et tout en courant, il disait à grands cris :
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
—Ne fuyez pas lâches et viles créatures, c'est un seul chevalier qui vous attaque !
—¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!
Un peu de vent s'étant alors levé, les grandes ailes de ces moulins commencèrent à se mouvoir, ce que voyant don Quichotte, il s'écria :
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse; lo cual visto por don Quijote, dijo:
—Quand même vous remueriez plus de bras que le géant de Briarée : vous allez me le payer.
—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.
En disant ces mots, il se recommanda du profond de son cœur à sa dame Dulcinée, la priant de le secourir en un tel péril ; puis, bien couvert de son écu, et la lance en arrêt, il se précipita au plus grand galop de Rossinante, contre le premier moulin qui était devant lui ; mais au moment où il perçait l'aile d'un grand coup de lance, le vent la chassa avec une telle furie qu'elle mit la lance en pièces et qu'elle emporta après elle le cheval et le chevalier, qui s'en alla rouler un bon dans la poussière en fort mauvais état.
Y, en diciendo esto y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante, y, dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza pedazos, levándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
Sancho Panza accourut à son secours de tout le trot de son âne et trouva en arrivant près de lui qu'il ne pouvait plus remuer tant le coup et la chute avaient été rudes.
Acudió Sancho Panza a socorrerle a todo el correr de su asno, y, cuando llegó, halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.
—Miséricorde ! s'écria Sancho ; n'avais-je pas bien dit à Votre Grâce qu'elle prît garde à ce qu'elle faisait, que ce n'était pas autre chose que des moulins à vent ?
—Mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?
—Paix, paix ! ami Sancho, répondit Don Quichotte, les choses de la guerre sont plus que d'autres sujettes à des chances continuelles ; d'autant plus que je pense, que ce sage Freston, qui m'a volé les livres et mon cabinet, a changé ces géants en moulins pour m'enlever la gloire de les vaincre : tant est grande l'inimitié qu'il me porte ! Mais, en fin de compte son art maudit ne prévaudra pas contre la bonté de mon épée.
—Calla, amigo Sancho, respondió don Quijote, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas, al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
—Dieu le veuille, comme il le peut, répondit Sancho Panza ;
—Dios lo haga como puede, respondió Sancho Panza.
et il aida son maître à remonter sur Rossinante qui avait les épaules à demi déboîtées.

 

 

 

 

 

 

 

Escribe tu lección en el cuaderno y memoriza

El episodio de los molinos es el más famoso de la novela.
Don Quijote se figura que los molinos son gigantes.
El diálogo permite dar vida al relato porque se oponen dos perspectivas, dos puntos de vista, dos lenguajes. el relato cobra singular viveza y animación y se enriquece con la nueva perspectiva que aporta Sancho biografiasyvidas.com
50 preguntas básicas para acercarse a la obra 33 ¿Son importantes los diálogos?
Son uno de los mejores aciertos de la novela. Los personajes quedan perfectamente caracterizados al hablar; sobre todo, Don Quijote y Sancho: "Las almas se desnudan hablando" (Dámaso Alonso).
Don Quijote imita las novelas de caballería describiendo sus visiones y sus fantasías.
Sancho avisa a su amo describiendo la realidad.
Don Quijote es valiente porque ataca sin miedo y como siempre pierde .
Don Quijote pone el ideal, su pasión por delante de la realidad.
Sigue en su mundo a pesar de los golpes : es un encantamiento del sabio Frestón.
Es la disculpa a su derrota.

Don Quijote quería que el mundo se acordara de sus hazañas pues lo consiguió aunque de una manera distinta a la que imaginaba.

VOCABULARIO el relato le récit oponerse s'opposer un punto de vista un point de vue avisar prévenir valiente courageux sin miedo sans peur seguir continuer rester a pesar de malgré los golpes les coups un encantamiento un sortilège el sabio le sage la disculpa l'excuse la derrota la défaite acordarse se souvenir las hazañas les exploits conseguirlo y arriver aunque + subjonctif même si

Comentario

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El episodio de los molinos es el más conocido de la novela.
Don Quijote se figura que los molinos son gigantes.
Don Quijote es valiente porque ataca sin miedo y como siempre pierde. Es un encantamiento del sabio Frestón. La respuesta de Don Quijote tiene mucha lógica porque en su casa le quemaron los libros y le dijeron para engañarlo que había sido el sabio Frestón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué significa? - ¿Cómo se dice?

L CAPÍTULO 1
1 lâche cobarde 2 avoir peur tener miedo 3 vaincre vencer 4 le sage el sabio 5 ils découvrirent descubrieron 6 ce ne sont pas des géants mais des moulins no son gigantes sino molinos 7 je vous l'avais dit os lo dije 8 prévenir avisar 9 c'était eran 10 tais-toi calla

1 cobarde
 1 lâche
2 tener miedo
 2 avoir peur
3 vencer
 3 vaincre
4 el sabio 4 le sage
5 descubrieron
 5 ils découvrirent
6 no son gigantes sino molinos
6 pas des géants mais des moulins
7 os lo dije
 7 je vous l'avais dit
8 avisar
 8 prévenir
9 eran 9 c'était
10 calla 10 tais-toi

1 lâche 1 cobarde
2 avoir peur 2 tener miedo
3 vaincre 3 vencer
4 le sage 4 el sabio
5 ils découvrirent 5 descubrieron
6 pas des géants mais des moulins 6 no son gigantes sino molinos
7 je vous l'avais dit 7 os lo dije
8 prévenir 8 avisar
9 c'était 9 eran
10 tais-toi 10 calla

¿Qué significa?

1 cobarde
 1 lâche
2 tener miedo
 2 avoir peur
3 vencer
 3 vaincre
4 el sabio 4 le sage
5 descubrieron
 5 ils découvrirent
6 no son gigantes sino molinos
6 pas des géants mais des moulins
7 os lo dije
 7 je vous l'avais dit
8 avisar
 8 prévenir
9 eran 9 c'était
10 calla 10 tais-toi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo se dice?

1 lâche 1 cobarde
2 avoir peur 2 tener miedo
3 vaincre 3 vencer
4 le sage 4 el sabio
5 ils découvrirent 5 descubrieron
6 pas des géants mais des moulins 6 no son gigantes sino molinos
7 je vous l'avais dit 7 os lo dije
8 prévenir 8 avisar
9 c'était 9 eran
10 tais-toi 10 calla

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Caballero Don Quijote: La aventura de los molinos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LIEN BRISÉ DOMMAGE

EXCELENTE Tienes que verlo la aventura - Cervantes - banda sonora