11 ESCUELA página 66
la campana la cloche
borrar effacer, gomer
el techo le plafond
el pizarrón le tableau
16 JUEGOS página 73
una pelota de cuero blanco con parches negros en cuir blanc et noirun agujero un trou
Cualquier cosa n’importe quoi
Igualito tout pareil
la cabeza hueca como una alcancía
La tête vide comme une tirelire
le susurró en la oreja il lui murmura à l’oreille
pendejo idiot
tamaño taille
mojó mojar mouiller
suspiró hondo y arrancó
il soupira profondément et commença

El militar pide a los niños que escriban escribir una composición. Es una trampa.
El militar quiere que los niños espíen y delaten a sus padres.
Es escalofriante.
Nos enteramos de que los militares detuvieron al papá de Juan.
Hay suspense. Primero Pedro no tiene inspiración, luego confiesa que él también está en contra de la dictadura. Sin embargo tememos que traicione sin querer porque quiere ganar la medalla para venderla y comprarse una pelota de fútbol… Continuará

Más adelante, volvió el militar para premiar a los niños. En la clase nadie ganó la medalla pero el militar les trajo caramelos. El lector está preguntándose si Pedro denunció a sus padres en su redacción porque el militar parecía satisfecho.
Cuando los padres se enteraron del tema de la composición se asustaron. Pero cuando el niño leyó su composición a sus padres, se sintieron aliviados porque el niño no contó la verdad. En vez de contar que sus padres escuchaban la radio clandestina, contó que jugaban al ajedrez.
A partir de ahí, nació una complicidad entre el niño y sus padres. El niño era inteligente, listo, astuto y comprendió muy bien el peligro porque vio cómo se llevaron al padre de Daniel mientras el niño jugaba al fútbol.
El cuento termina con un guiño del padre que dice que va a comprar un juego de ajedrez por si acaso.
El niño no cayó en la trampa del militar. Supo lo que había que hacer. Fue un acto de resistencia.
Antonio Skármeta en el artículo “Cuando la ficción nace del infierno” explica que esta historia se basa en hechos reales, que hubo miles de casos como éste. La ficción permite sacar a la luz el cinismo y la alevosía de los represores. La represión fue total. No respetaron siquiera a los niños. Al contrario intentaron utilizarlos contra sus propios padres.