Cristóbal COLÓN : El descubrimiento de América
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o O o. DOC 1. o O o. traducido
o O o. La época de los Reyes Católicos . o O o.
LA SERIE ISABEL
. o O o . Las capitulaciones . o O o. .
o O o . La llegada a Guanahaní . o O o.
o O o . El tratado de Tordesillas. o O o.
o O o. Los cronistas del descubrimiento . o O o.

EL PRIMER VIAJE MAPA EN HISTORIA DEL NUEVO MUNDO

 

HISTORIA DEL 12 DE OCTUBRE DE 1492

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REYES CATÓLICOS

La serie Isabel, 2013

¿En qué consistió la Concordia de Segovia?

La Concordia de Segovia fue un tratado firmado, el 15 de enero de 1475, por Isabel y su marido Fernando.

el documento

Tanto monta

web Sergio Puertollano - vídeo

Las Capitulaciones de Segovia, que estipulaban el reparto de poderes, se firmaron el 15 de enero de 1475

Alguna lectura poco atenta de las Capitulaciones y de los poderes concedidos, y una mala interpretación de la divisa “Tanto monta”, han dado lugar a que se haya afirmado numerosas veces que existía entre Fernando e Isabel una unión total, una paridad entre el rey y la reina, así como una igualdad en la administración y gobierno de sus reinos. Nada más lejos de la realidad: ni las Capitulaciones ni el documento de cesión de poderes tenían nada que ver con el famoso “Tanto monta”, que indudablemente era la divisa del rey Fernando. La de la reina era el haz de flechas, la Unión de Reinos, y la inicial de la palabra flechas, la letra F, era la primera del nombre del rey; mientras que Fernando eligió el yugo, cuya inicial coincidía con el del nombre de la reina, la letra Y. El yugo era aquél que, según la historia que Quinto Curcio contaba de Alejandro Magno, tenía hecho un nudo –el gordiano– que nadie había conseguido desatar y que cortó Alejandro con la espada, mientras decía “tanto monta”. La moraleja es que cortar o desatar es lo mismo, si se conseguía el objetivo. El lema adoptado por el rey estaba en línea con la tendencia humanista de secularización de la política y de la moral que posteriormente desarrollaría Maquiavelo. fuente

una moneda

expulsión de los judíos

Las capitulaciones de Sante Fe

Acuerdos entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón sobre la expedición a las Indias.

El tratado de Tordesillas

Dióscoro Puebla, Primer desembarco de Cristóbal Colón en América, 1862

museodelprado

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podcast Cristóbal Colón vs Juan de la Cosa

Cristóbal Colón descubre América.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El doce de octubre es uno de los días que más ha cambiado el mundo y es conocido con muchos nombres : día del Descubrimiento de América, día de la raza, día del encuentro de dos mundos y últimamente, día de la resistencia indígena.
Antiguamente, en el mundo occidental, los únicos continentes que se conocían eran Europa, África y Asia. Se creía que la tierra era plana. La creencia era que si un barco seguía navegando
hasta el límite, podía caer en un abismo. Sin embargo, Cristóbal Colón, un navegante genovés, estaba convencido de que la tierra no era plana sino redonda, o mejor dicho, esférica. Por lo tanto, proponía navegar hacia el oeste para llegar a la India y así conseguir unas rutas marítimas más cortas con esta parte del mundo. Para demostrarlo necesitaba organizar una expedición. Como una excursión de este tipo además de arriesgada era muy costosa, Colón acudió a la reina de España, Isabel la católica, a quien solicitó ayuda y apoyo económico, lo cual logró en las capitulaciones de Santa Fe, firmadas el 17 de abril de 1492.
Finalmente, el 3 de agosto de este mismo año, Cristóbal Colón logra salir desde el puerto de Palos de Moguer, rumbo a la India en esas famosas tres carabelas llamadas la Niña, la Pinta y la Santa María.
Navegó por más de dos meses sin ver la tierra. La tripulación comenzaba a desconfiar de su comandante, y la desesperación estaba a punto de aparecer al no quedar muchos víveres. Cuando ya la tripulación comenzaba a desconfiar de Colón y el caos estaba
cada vez más cerca, el marinero Rodrigo de Triana dio un giro a la historia al divisar en el horizonte la tierra. Fue allí cuando profirió su famoso grito : ¡Tierra!¡Tierra!
Finalmente, aquella expedición logró desembarcar, sin saberlo, en el nuevo continente, en la isla de Guanahaní, archipiélago de las Bahamas, posteriormente llamada San Salvador. Fue uno de los días que cambiaron la historia al marcar el encuentro entre dos mundos, el viejo continente y el llamado nuevo continente, hoy conocido como América.

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El doce de octubre es uno de los días que más ha cambiado el mundo y es conocido con muchos nombres : día del Descubrimiento de América, día de la raza, día del encuentro de dos mundos y últimamente, día de la resistencia indígena.
Antiguamente, en el mundo occidental, los únicos continentes que se conocían eran Europa, África y Asia. Se creía que la tierra era plana. La creencia era que si un barco seguía navegando hasta el límite, podía caer en un abismo. Sin embargo, Cristóbal Colón, un navegante genovés, estaba convencido de que la tierra no era plana sino redonda, o mejor dicho, esférica. Por lo tanto, proponía navegar hacia el oeste para llegar a la India y así conseguir unas rutas marítimas más cortas con esta parte del mundo. Para demostrarlo necesitaba organizar una expedición. Como una excursión de este tipo además de arriesgada era muy costosa, Colón acudió a la reina de España, Isabel la católica, a quien solicitó ayuda y apoyo económico, lo cual logró en las capitulaciones de Santa Fe, firmadas el 17 de abril de 1492.
Finalmente, el 3 de agosto de este mismo año, Cristóbal Colón logra salir desde el puerto de Palos de Moguer, rumbo a la India en esas famosas tres carabelas llamadas la Niña, la Pinta y la Santa María.
Navegó por más de dos meses sin ver tierra. La tripulación comenzaba a desconfiar de su comandante, y la desesperación estaba a punto de aparecer al no quedar muchos víveres. Cuando ya la tripulación comenzaba a desconfiar de Colón y el caos estaba cada vez más cerca, el marinero Rodrigo de Triana dio un giro a la historia al divisar en el horizonte la tierra. Fue allí cuando profirió su famoso grito : ¡Tierra!¡Tierra!
Finalmente, aquella expedición logró desembarcar, sin saberlo, en el nuevo continente, en la isla de Guanahaní, archipiélago de las Bahamas, posteriormente llamada San Salvador. Fue uno de los días que cambiaron la historia al marcar el encuentro entre dos mundos, el viejo continente y el llamado nuevo continente, hoy conocido como América.

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Los cuatro viajes del almirante y su testamento colección austral

Resumen

MAPA

MAPA

W

El primer viaje a las Indias
Relación compendiada por Fray Bartolomé de las Casas


In Nomine D. N. Jesu Christi

Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nuestros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año a 2 días del mes de enero por fuerza de armas vide poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de Alfambra, que es la fortaleza de la dicha ciudad, y vide salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe Mi señor, y luego en aquel presente mes, por la información que yo había dado a Vuestras Altezas de las tierras de India y de un príncipe que es llamado Gran Can, que quiere decir en nuestro romance Rey de los Reyes, como muchas veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a pedir doctores en nuestra santa fe porque le enseñasen en ella y que nunca el Santo Padre le había proveído y se perdían tantos pueblos creyendo en idolatrías o recibiendo en sí sectas de perdición, Vuestras Altezas, como católicos cristianos y Príncipes amadores de la santa fe cristiana y acrecentadores de ella y enemigos de la secta de Mahoma y de todas idolatrías y herejías, pensaron de enviarme a mí, Cristóbal Colón, a las dichas partidas de India para ver los dichos príncipes, y los pueblos y tierras y la disposición de ellas y de todo y la manera que se pudiera tener para la conversión de ellas a nuestra santa fe; y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se costumbra de andar, salvo por el camino de Occidente, por donde hasta hoy no sabemos por cierta fe que haya pasado nadie. Así que, después de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros reinos y señoríos, en el mismo mes de enero mandaron Vuestras Altezas a mí que con armada suficiente me fuese a las dichas partidas de India; y para ello me hicieron grandes mercedes y me anoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don y fuese Almirante Mayor de la mar océana e Visorrey y Gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme que yo descubriese y ganase y de aquí adelante se descubriesen y ganasen en la mar océana, y así sucediese mi hijo mayor y así de grado en grado para siempre jamás. Y partí yo de la ciudad de Granada a 12 días del mes de mayo del mesmo año de 1492, en sábado. Vine a la villa de Palos, que es puerto de mar, adonde armé yo tres navíos muy aptos para semejante fecho, y partí del dicho puerto muy abastecido de muy muchos mantenimientos y de mucha gente de la mar, a 3 días del mes de agosto del dicho año en un viernes, antes de la salida del sol con media hora, y llevé el camino de las islas de Canaria de Vuestras Altezas, que son en la dicha mar océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto que yo llegase a las Indias, y dar la embajada de Vuestras Altezas a aquellos príncipes y cumplir lo que así me habían mandado; y para esto pensé de escribir todo este viaje muy puntualmente de día en día todo lo que hiciese y viese y pasase, como adelante se verá. También, Señores Príncipes, allende describir cada noche lo que el día pasare, y el día lo que la noche navegare, tengo propósito de hacer carta nueva de navegar, en la cual situaré toda la mar y tierras del mar Océano en sus propios lugares debajo su viento, y más, componer un libro y poner todo por el semejante por pintura, por latitud del equinocial y longitud del Occidente; y sobre todo cumple mucho que yo olvide el sueño y tiente mucho el navegar, porque así cumple, las cuales serán gran trabajo.

Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nuestros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año a 2 días del mes de enero por fuerza de armas vide poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de Alfambra, que es la fortaleza de la dicha ciudad, y vide salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe Mi señor, y luego en aquel presente mes, por la información que yo había dado a Vuestras Altezas de las tierras de India y de un príncipe que es llamado Gran Can, que quiere decir en nuestro romance Rey de los Reyes, como muchas veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a pedir doctores en nuestra santa fe porque le enseñasen en ella y que nunca el Santo Padre le había proveído y se perdían tantos pueblos creyendo en idolatrías o recibiendo en sí sectas de perdición, Vuestras Altezas, como católicos cristianos y Príncipes amadores de la santa fe cristiana y acrecentadores de ella y enemigos de la secta de Mahoma y de todas idolatrías y herejías, pensaron de enviarme a mí, Cristóbal Colón, a las dichas partidas de India para ver los dichos príncipes, y los pueblos y tierras y la disposición de ellas y de todo y la manera que se pudiera tener para la conversión de ellas a nuestra santa fe; y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se costumbra de andar, salvo por el camino de Occidente, por donde hasta hoy no sabemos por cierta fe que haya pasado nadie.
Así que, después de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros reinos y señoríos, en el mismo mes de enero mandaron Vuestras Altezas a mí que con armada suficiente me fuese a las dichas partidas de India; y para ello me hicieron grandes mercedes y me anoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don y fuese Almirante Mayor de la mar océana e Visorrey y Gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme que yo descubriese y ganase y de aquí adelante se descubriesen y ganasen en la mar océana, y así sucediese mi hijo mayor y así de grado en grado para siempre jamás.
Y partí yo de la ciudad de Granada a 12 días del mes de mayo del mesmo año de 1492, en sábado. Vine a la villa de Palos, que es puerto de mar, adonde armé yo tres navíos muy aptos para semejante fecho, y partí del dicho puerto muy abastecido de muy muchos mantenimientos y de mucha gente de la mar, a 3 días del mes de agosto del dicho año en un viernes, antes de la salida del sol con media hora, y llevé el camino de las islas de Canaria de Vuestras Altezas, que son en la dicha mar océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto que yo llegase a las Indias, y dar la embajada de Vuestras Altezas a aquellos príncipes y cumplir lo que así me habían mandado; y para esto pensé de escribir todo este viaje muy puntualmente de día en día todo lo que hiciese y viese y pasase, como adelante se verá. También, Señores Príncipes, allende describir cada noche lo que el día pasare, y el día lo que la noche navegare, tengo propósito de hacer carta nueva de navegar, en la cual situaré toda la mar y tierras del mar Océano en sus propios lugares debajo su viento, y más, componer un libro y poner todo por el semejante por pintura, por latitud del equinocial y longitud del Occidente; y sobre todo cumple mucho que yo olvide el sueño y tiente mucho el navegar, porque así cumple, las cuales serán gran trabajo.

 
« Très Chrétiens, Très Hauts, Très Excellents et Très puissants Princes, Roi et Reine des Espagnes et des îles de la Mer, Nos Seigneurs. En cette présente année 1492, après que Vos Altesses eurent mis fin à la guerre contre les Maures qui régnaient encore en Europe, et l’avoir achevée en la très grande cité de Grenade où, le deuxième jour du mois de janvier de cette même année, je vis hisser, de par le droit des armes, les étendards royaux de Vos Altesses aux tours de l’Alhambra qui est la forteresse de ladite cité, et où je vis le roi maure sortir aux portes de la ville et baiser les royales mains de Vos Altesses et du Prince, Mon seigneur ; bientôt, en ce même mois, en suite des informations que j’avais données à Vos Altesses des terres de l’Inde et d’un prince appelé Grand Khan – ce qui veut dire en notre langue Roi des Rois- et de ce que maintes fois, lui et ses prédécesseurs avaient envoyé à Rome y demander des docteurs en notre Sainte Foi afin de s’en instruire, et parce que jamais le Saint Père n’y avait pourvu et qu’ainsi tant de peuples se perdaient, tombant en idolâtrie et recevant parmi eux des sectes de perdition, Vos Altesses, comme catholiques chrétiens, Princes fidèles et propagateurs de la Sainte Foi Chrétienne, ennemis de la secte de Mahomet et de toutes les idolâtries et hérésies, pensèrent m’envoyer, moi, Cristobal Colon, auxdites contrées de l’Inde pour y voir lesdits princes, et les peuples, et les terres, et leur situation, et toute chose ainsi que la manière dont on pourrait user pour convertir ces peuples à notre sainte Foi. Elles m’ordonnèrent de ne pas aller par voie de terre à l’Orient – par où l’on a coutume de le faire – mais par le chemin d’Occident, par lequel nous ne savons pas, de foi certaine, que jusqu’a ce jour personne soit passé.


Ainsi, après avoir chassé tous les Juifs hors de vos royaumes et de vos seigneuries, Vos Altesses en ce même mois de janvier m’ordonnèrent de partir avec une suffisante armada auxdites contrées de l’Inde. Et, pour cela, elles me comblèrent de grâces, m’anoblirent, décidèrent que dorénavant je m’appellerais Don et serais Grand Amiral de la mer Océane et vice-roi et gouverneur perpétuel de toutes les îles et de la terre ferme que je découvrirais et gagnerais, et qu’à ma suite on découvrirait et gagnerait dans la mer Océane, et que mon fils aîné me succéderait en ces titres et ainsi de génération en génération, pour toujours et à jamais.
Et je partis de la cité de Grenade le douzième jour du mois de mai de la même année 1492, un samedi ; je vins à la ville de Palos, qui est port de mer, où j’armais trois navires très convenables pour telle entreprise et partis dudit port, bien pourvu de très nombreuses subsistances et de beaucoup de gens de mer, le troisième jour du mois d’août de ladite année, un vendredi, une demiheure avant le lever du soleil. Et je pris le chemin des îles Canaries qui sont à Vos Altesses et se trouvent en ladite mer Océane pour, de là, prendre ma route et naviguer jusqu’à toucher aux Indes, m’y acquitter de l’ambassade de Vos Altesses auprès des susdits princes et y accomplir ainsi ce qu’Elles m’avaient ordonné. En ces raisons, je me suis proposé d’écrire très ponctuellement, au jour le jour, toute ce que je ferais et verrais et qui m’arriverait pendant le voyage, comme bien on le verra plus avant. De plus, Seigneurs princes, tout en écrivant chaque nuit ce qui sera arrivé le jour, et le jour la navigation de la nuit, j’ai le dessein de faire une nouvelle carte marine sur laquelle je situerai toute la mer et toutes les terres de la mer Océane, dans leurs propres positions, sous leur vent, et de composer en outre un livre, et d’y mettre tout fidèlement peint par latitude équinoxiale et longitude occidentale. Et, surtout, il importe beaucoup que j’oublie le sommeil et sois très vigilant navigateur, pour que tout soit accompli ; ce qui demandera grand-peine. »

 

Jueves 11 y viernes 12 de octubre.- [...]

Llegaron a una isleta de los Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani. Luego vinieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yánez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la † y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escovedo, Escribano de toda el armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio como él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey e por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escripto. Luego se ayuntó allí mucha gente de la isla. Esto que se sigue son palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas Indias. «Yo (dice él), porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que hobieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos adonde nos estábamos, nadando, y nos traían papagayos y hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad.

Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vide más de una farto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vide de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de muy fermosos cuerpos y muy buenas caras: los cabellos gruesos cuasi como sedas de cola de caballos, e cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos de tras que traen largos, que jamás cortan. Dellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios, ni negros ni blancos, y dellos se pintan de blanco, y dellos de colorado, y dellos de lo que fallan, y dellos se pintan las caras, y dellos todo el cuerpo, y dellos solos los ojos, y dellos sólo el nariz.

Ellos no traen armas ni las conocen, porque les amostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún fierro: sus azagayas son unas varas sin fierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pece, y otras de otras cosas.

Ellos todos a una mano son de buena estatura de grandeza y buenos gestos, bien hechos.Yo vide algunos que tenían señales de feridas en sus cuerpos, y les hice señas qué era aquello, y ellos me amostraron cómo allí venían gente de otras islas que estaban acerca y les querían tomar y se defendían. Y yo creí e creo que aquí vienen de tierra firme a tomarlos por captivos.

Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harían cristianos; que me pareció que ninguna secta tenían.

Yo, placiendo a Nuestro Señor, llevaré de aquí al tiempo de mi partida seis a V. A. para que deprendan fablar. Ninguna bestia de ninguna manera vide, salvo papagayos en esta isla». Todas son palabras del Almirante.

Sábado 13 de octubre.-

«Luego que amaneció vinieron a la playa muchos de estos hombres, todos mancebos, como dicho tengo, y todos de buena estatura, gente muy fermosa: los cabellos no crespos, salvo corredios y gruesos, como sedas de caballo, y todos de la frente y cabeza muy ancha más que otra generación que fasta aquí haya visto, y los ojos muy fermosos y no pequeños, y ellos ninguno prieto, salvo de la color de los canarios, ni se debe esperar otra cosa, pues está Lesteoueste con la isla del Hierro, en Canaria, so una línea. Las piernas muy derechas, todos a una mano, y no barriga, salvo muy bien hecha. Ellos vinieron a la nao con almadías, que son hechas del pie de un árbol, como un barco luengo, y todo de un pedazo, y labrado muy a maravilla según la tierra, y grandes en que en algunas venían cuarenta o cuarenta y cinco hombres, y otras más pequeñas, fasta haber de ellas en que venía un solo hombre. Remaban con una pala como de fornero, y anda a maravilla; y si se le trastorna, luego se echan todos a nadar y la enderezan y vacían con calabazas que traen ellos.

Traían ovillos de algodón filado y papagayos y azagayas y otras cositas que sería tedio de escrebir, y todo daban por cualquier cosa que se los diese. Y yo estaba atento y trabajaba de saber si había oro, y vide que   algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen a la nariz, y por señas pude entender que yendo al Sur o volviendo la isla por el Sur, que estaba allí un rey que tenía grandes vasos de ello, y tenía muy mucho.

Trabajé que fuesen allá, y después vide que no entendían en la idea. Determiné de aguardar fasta mañana en la tarde y después partir para el Sudueste, que según muchos de ellos me enseñaron decían que había tierra al Sur y al Sudueste y al Norueste, y que estas del Norueste le venían a combatir muchas veces, y así ir al Sudueste a buscar el oro y piedras preciosas. Esta isla es bien grande y muy llana y de árboles muy verdes y muchas aguas y una laguna en medio muy grande, sin ninguna montaña, y toda ella verde, que es placer de mirarla; y esta gente farto mansa, y por la gana de haber de nuestras cosas, y teniendo que no se les ha de dar sin que den algo y no lo tienen, toman lo que pueden y se echan luego a nadar; mas todo lo que tienen lo dan por cualquier cosa que les den; que fasta los pedazos de las escudillas y de las tazas de vidrio rotas rescataban, fasta que vi dar diez y seis ovillos de algodón por tres ceotís de Portugal, que es una blanca de Castilla, y en ellos habría más de una arroba de algodón filado. Esto defendiera y no dejara tomar a nadie, salvo que yo lo mandara tomar todo para V. A. si hobiera en cantidad. Aquí nace en esta isla, mas por el poco tiempo no pude dar así del todo fe, y también aquí nace el oro que traen colgado a la nariz; mas, por no perder tiempo quiero ir a ver si puedo topar a la isla de Cipango. Agora como fue noche todos se fueron a tierra con sus almadías».

Domingo 14 de octubre.-

«En amaneciendo mandé aderezar el batel de la nao y las barcas de las carabelas, y fue al luengo de la isla, en el camino del Nordeste, para ver la otra parte, que era de la otra parte del Leste que había, y también para ver las poblaciones, y vide luego dos o tres, y la gente que venían todos a la playa llamándonos y dando gracias a Dios. Los unos nos traían agua; otros otras cosas de comer; otros, cuando veían que yo no curaba de ir a tierra, se echaban a la mar nadando y venían, y entendíamos que nos preguntaban si éramos venidos del cielo. Y vino uno viejo en el batel dentro, y otros a voces grandes llamaban todos hombres y mujeres: Venid a ver los hombres que vinieron del cielo; traedles de comer y de beber. Vinieron muchos y muchas mujeres, cada uno con algo, dando gracias a Dios, echándose al suelo, y levantaban las manos al cielo, y después a voces nos llamaban que fuésemos a tierra. Mas yo temía de ver una grande restinga de piedras que cerca toda aquella isla alrededor, y entre medias queda hondo el puerto para cuantas naos hay en toda la Cristiandad, y la entrada de ello muy angosta. Es verdad que dentro de esta cinta hay algunas bajas, mas la mar no se mueve más que dentro en un pozo. Y para ver todo esto me moví esta mañana, porque supiese dar de todo relación a Vuestras Altezas y también a dónde pudiera hacer fortaleza, y vide un pedazo de tierra que se hace como isla, aunque no lo es, en que había seis casas, el cual se pudiera atajar en dos días por isla; aunque yo no veo ser necesario, porque esta gente es muy símplice en armas, como verán Vuestras Altezas de siete que yo hice tomar para le llevar y desprender nuestra fabla y volvellos, salvo que

Vuestras Altezas cuando mandaren puédenlos todos llevar a Castilla o tenellos en la misma isla captivos, porque con cincuenta hombres los terná todos sojuzgados y los hará hacer todo lo que quisiere.

Y después junto con la dicha isleta están huertas de árboles las más hermosas que yo vie tan verdes y con sus hojas como las de Castilla en el mes de abril y de mayo, y mucha agua. Yo miré todo aquel puerto y después me volví a la nao y di a la vela, y vide tantas islas que yo no sabía determinarme a cuál iría primero. Y aquellos hombres que yo tenía tomado me decían por señas que eran tantas y tantas que no había número, y anombraron por su nombre más de ciento. Por ende yo miré por la más grande, y aquélla determiné andar, y así hago, y será lejos de esta de San Salvador cinco leguas y las otras dellas más, dellas menos. Todas son muy llanas, sin montañas y muy fértiles y todas pobladas, y se hacen la guerra la una a la otra, aunque éstos son muy símplices y muy lindos cuerpos de hombres».

 

Lunes 12 de noviembre.-

Partió del puerto y río de Mares al rendir del cuarto de alba para ir a una isla que mucho afirmaban los indios que traía, que se llamaba Babeque, adonde, según dicen por señas, que la gente de ella coge el oro con candelas de noche en la playa, y después con martillo diz que hacían vergas de ello, y para ir a ella era menester poner la proa al Leste cuarta del Sueste. Después de haber andado ocho leguas por la costa delante, halló un río que parecía muy caudaloso y mayor que ninguno de los otros que había hallado. No se quiso detener ni entrar en algunos de ellos por dos respectos: el uno y principal porque el tiempo y viento era bueno para ir en demanda de la dicha isla de Babeque; el otro, porque si en él hobiera alguna populosa o famosa ciudad cerca de la mar se pareciera, y para ir por el río arriba era menester navíos pequeños, lo que no eran los que llevaba; y así se perdiera también mucho tiempo, y los semejantes ríos son cosa para descobrirse por sí. Toda aquella costa era poblada mayormente cerca del río, a quien puso por nombre el río del Sol. Dijo que el domingo antes 11 de noviembre le había parecido que fuera bien tomar algunas personas de las de aquel río para llevar a los Reyes porque aprendieran nuestra lengua, para saber lo que hay en la tierra y porque volviendo sean lenguas de los cristianos y tomen nuestras costumbres y las cosas de la Fe, «porque yo vi e cognozco -dice el Almirante- que esta gente no tiene secta ninguna ni son idólatras, salvo muy mansos y sin saber qué sea mal ni matar a otros ni prender, y sin armas y tan temerosos que a una persona de los nuestros fuyen ciento de ellos, aunque burlen con ellos, y crédulos y cognocedores que hay Dios en el cielo, e firmes que nosotros habemos venido del cielo, y muy presto a cualquiera oración que nos les digamos que digan y hacen el señal de la cruz. Así que

deben Vuestras Altezas determinarse a los hacer cristianos, que creo que si comienzan, en poco tiempo acabará de los haber convertido a nuestra Santa Fe multidumbre de pueblos, y cobrando grandes señoríos y riquezas y todos sus pueblos de la España, porque sin duda es en estas tierras grandísimas sumas de oro, que no sin causa dicen estos indios que yo traigo, que ha en estas islas lugares adonde cavan el oro y lo traen al pescuezo, a las orejas y a los brazos e a las piernas, y son manillas muy gruesas, y también ha piedras y ha perlas preciosas y infinitas especerías;

y en este río de Mares, de donde partí esta noche, sin duda ha grandísima cantidad de almáciga y mayor si mayor se quisiere hacer, porque los mismos árboles plantándolos prenden de ligero y ha muchos y muy grandes y tienen la hoja como lentisco y el fruto, salvo que es mayor, así los árboles como la hoja, como dice Plinio, e yo he visto en la isla de Xió, en el Archipiélago, y mandé sangrar muchos de estos árboles para ver si echarían resina para la traer, y como haya siempre llovido el tiempo que yo he estado en el dicho río, no he podido haber de ella, salvo muy poquita que traigo a Vuestras Altezas, y también puede ser que no es el tiempo para los sangrar, que esto creo que conviene al tiempo que los árboles comienzan a salir del invierno y quieren echar la flor; y acá ya tienen el fruto cuasi maduro agora. Y también aquí   —59?   se habría grande suma de algodón y creo que se vendería muy bien acá sin le llevar a España, salvo a las grandes ciudades del Gran Can que se descubrirán sin duda y otras muchas de otros señores que habrán en dicha servir a Vuestras Altezas, y adonde se les darán de otras cosas de España y de las tierras de Oriente, pues éstas son a nos en Poniente. Y aquí ha también infinito liñaloe, aunque no es cosa para hacer gran caudal, mas del almáciga es de entender bien, porque no la ha, salvo en dicha isla de Xió, y creo que sacan de ello bien cincuenta mil ducados, si mal no me acuerdo. Y ha aquí, en la boca de dicho río, el mejor puerto que fasta hoy vi, limpio e ancho e fondo y buen lugar y asiento para hacer una villa e fuerte, e que cualesquier navíos se puedan llegar el bordo a los muros, e tierra muy temperada y alta y muy buenas aguas.

Así que ayer vino a bordo de la nao una almadía con seis mancebos, y los cinco entraron en la nao; estos mandé detener e los traigo. Y después envié a una casa que es de la parte del río del Poniente, y trujeron siete cabezas de mujeres entre chicas e grandes y tres niños. Esto hice porque mejor se comportan los hombres en España habiendo mujeres de su tierra que sin ellas, porque ya otras muchas veces se acaeció traer los hombres de Guinea para que deprendiesen la lengua en Portugal, y después que volvían y pensaban de se aprovechar de ellos en su tierra por la buena compañía que le habían hecho y dádivas que se les habían dado, en llegando en tierra jamás parecían.

Otros no lo hacían así. Así que, teniendo sus mujeres, ternán gana de negociar lo que se les encargare, y también estas mujeres mucho enseñarán a los nuestros su lengua, la cual es toda una en todas estas islas de India, y todos se entienden y todas las andan con sus almadas, lo que no han en Guinea, adonde es mil maneras de lenguas que la una no entiende la otra. Esta noche vino a bordo en una almadía el marido de una de estas mujeres y padre de tres fijos, un macho y dos fembras, y dijo que yo le dejase venir con ellos, y a mí me aplogó mucho, y quedan agora todos consolados con el que deben todos ser parientes, y él es ya hombre de cuarenta y cinco años». Todas estas palabras son formales del Almirante. Dice también arriba que hacía algún frío, y por esto que no le fuera buen consejo en invierno navegar al Norte par a descubrir. Navegó este lunes, hasta el sol puesto, diez y ocho leguas al Leste cuarta del Sueste hasta un cabo, a que puso por nombre el Cabo de Cuba.

Martes 25 de diciembre, día de Navidad.-

Navegando con poco viento el día de ayer desde la mar de Santo Tomé hasta la Punta Santa, sobre la cual a una legua estuvo así hasta pasado el primer cuarto, que serían a las once horas de la noche, acordó echarse a dormir, porque había dos días y una noche que no había dormido. Como fuese calma, el marinero que gobernaba la nao acordó irse a dormir, y dejó el gobernario a un mozo grumete, lo que mucho siempre había el Almirante prohibido en todo el viaje, que hobiese viento o que hobiese calma: conviene a saber, que no dejasen gobernar a los grumetes. El Almirante estaba seguro de bancos y de peñas, porque el domingo, cuando envió las barcas a aquel rey, habían pasado al Leste de la dicha Punta Santa bien tres leguas y media, y habían visto los marineros toda la costa y los bajos que hay desde la dicha Punta Santa al Leste bien tres leguas, y vieron por dónde se podía pasar, lo que todo este viaje no hizo. Quiso Nuestro Señor que a las doce horas de la noche, como habían visto acostar y reposar el Almirante y vían que era calma muerta y la mar como en una escudilla, todos se acostaron a dormir, y quedó el gobernalle en la mano de aquel muchacho, y las aguas que corrían llevaron la nao sobre uno de aquellos bancos. Los cuales, puesto que fuese de noche, sonaban que de una grande legua se oyeran y vieran, y fue sobre él tan mansamente que casi no se sentía. El mozo, que sintió el gobernalle y oyó el sonido de la mar, dio voces, a las cuales salió el Almirante y fue tan presto que aún ninguno había sentido que estuviesen encallados. Luego el maestre de la nao cuya era la guardia, salió; y díjoles el Almirante a él y a los otros que halasen el batel que traían por popa y tomasen un ancla y la echasen por popa, y él con otros muchos saltaron en el batel, y pensaba el Almirante que hacían lo que les había mandado. Ellos no curaron sino de huir a la carabela que estaba a barlovento media legua. La carabela no los quiso recebir haciéndolo virtuosamente, y por esto volvieron a la nao; pero primero fue a ella la barca de la carabela. Cuando el Almirante vido que se huían y que era su gente, y las aguas menguaban y estaba ya la nao la mar de través, no viendo otro remedio, mandó cortar el mástel y alijar de la nao todo cuanto pudieron para ver si podían sacarla; y como todavía las aguas menguasen no se pudo remediar, y tomó lado hacia la mar traviesa, puesto que la mar era poco o nada, y entonces se abrieron los conventos y no la nao. El Almirante fue a la carabela para poner en cobro la gente de la nao en la carabela, y, como ventase ya ventecillo de la tierra y también aún quedaba mucho de la noche, ni supiesen cuánto duraban los bancos, temporejó a la corda hasta que fue de día, y luego fue a la nao por de dentro de la restringa del banco. Primero había enviado el batel a tierra con Diego de Arana, de Córdoba, alguacil del Armada, y Pedro Gutiérrez, repostero de la Casa Real, a hacer saber al rey que lo había enviado a convidar y rogar el sábado que se fuese con los navíos a su puerto, el cual tenía su villa adelante obra de una legua y media del dicho banco; el cual como lo supo dicen que lloró, y envió toda su gente de la villa con canoas muy grandes y muchas a descargar todo lo de la nao. Y así se hizo y se descargó todo lo de las cubiertas en muy breve espacio: tanto fue el grande aviamiento y diligencia que aquel rey dio. Y él con su persona, con hermanos y parientes, estaban poniendo diligencia así en la nao como en la guarda de lo que se sacaba a tierra, para que todo estuviese a muy buen recaudo. De cuando en cuando enviaba uno de sus parientes al Almirante llorando a lo consolar, diciendo que no recibiese pena ni enojo, que él le daría cuanto tuviese. Certifica el Almirante a los Reyes que en ninguna parte de Castilla tan buen recaudo en todas las cosas se pudiera poner sin faltar un agujeta. Mandólo poner todo junto con las casas entretanto que se vaciaban algunas cosas que quería dar, donde se pusiese y guardase todo. Mandó poner hombres armados en rededor de todo, que velasen toda la noche. «Él con todo el pueblo lloraban tanto -dice el Almirante-,

son gente de amor y sin codicia y convenibles para toda cosa, que certifico a Vuestras Altezas que en el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra: ellos aman a sus prójimos como a sí mismos, y tienen una habla la más dulce del mundo y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres, como sus madres los parieron. Mas, crean Vuestras Altezas que entre sí tienen costumbres muy buenas, y el rey muy maravilloso estado, de una cierta manera tan continente que es placer de verlo todo, y la memoria que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qué es y para qué». Todo esto dice el Almirante.

segundo viaje

[...] Sus Altezas podrán dar licencia e permiso a un número de carabelas suficiente que vengan acá cada año y trayan de los dichos ganados y otros mantenimientos y cosas para poblar el campo y aprovechar la tierra, y esto en precios razonables a sus costas de los que las trugieren, las cuales cosas se les podrían pagar en esclavos de estos caníbales, gente tan fiera y dispuesta y bien proporcionada y de muy buen entendimiento, los cuales, quitados de aquella inhumanidad, creemos que serán mejores que otros ningunos esclavos, ...

 

el historiador - pdf - lectura - la película de Ridley Scott minuto 48 el descubrimiento y el encuentro con los taínos -

 


¿De dónde está sacado el texto?
El texto está sacado del diario de a bordo de Cristóbal Colón. "El Diario, tal como nos ha llegado a través de la pluma de Las Casas, no es la versión original colombina, no es una copia literal, sino un resumen, una selección..." más
Bartolomé de las Casas fue un precursor de los derechos humanos ya que toda su vida trató de defender a los indios mediante su pluma. Es conocida la controversia de Valladolid entre Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas.
"El 3 de julio de 1549 el Consejo de Indias, a instancias del rey Carlos V, mandaba detener la conquista. Las denuncias de un fraile, Bartolomé de las Casas, sobre los abusos cometidos por los conquistadores desembocarían en la Controversia de Valladolid, un fecundo debate entre Juan Ginés Sepúlveda y fray Bartolomé de las Casas, que puso sobre la mesa las dos principales corrientes sobre la legitimidad de la conquista y el derecho de la corona a someter a los indios".
fuente

¿Qué tipo de texto es?
Es un texto oficial ya que sirve de informe para los Reyes Católicos. Es una crónica y tiene valor de documento histórico porque nos permite saber cómo fue el viaje y el encuentro con los indios.
¿Quién es el autor? ¿Quién es la voz narrativa?
Lo que llama la atención es que es un texto escrito en primera persona, es entonces el propio Colón el que narra los hechos.
¿Qué caracteriza el texto? ¿A quién se dirige?
Lo que caracteriza el texto es que se dirige a los Reyes Católicos. Por consiguiente, Cristóbal Colón viaja en nombre de los Reyes Católicos y tiene que rendir cuentas, mostrar su dedicación, mostrar que cumple su misión, demostrar que el dinero invertido está bien empleado. El navegante se propone informar de lo que observa cada día. Estas obligaciones explican el contenido y la forma del texto : Colón alaba a los Reyes y al mismo tiempo valora su acción.
¿Qué evoca la fecha 1492?
Es el final de un proceso : el final de la Reconquista con la toma de Granada y recibieron el título de Reyes Católicos por su política de cruzada.
¿A qué remite? Línea 7 línea 25
La fecha remite también a la expulsión de los judíos.
¿Qué relación tienen estos acontecimientos con el proyecto de Colón?
Estos acontecimientos sirven el propósito de Colón que pretende ir a la India para la conversión de los pueblos a "nuestra santa fe".
¿Cual es el objetivo, la meta, la finalidad de la empresa de Colón?
¿A qué se refiere? ¿En qué insiste?
La meta principal es entonces evangelizar. Es un asunto religioso. Dice que en las tierras de India hay un príncipe el Gran Can que había pedido "doctores" para conocer la santa fe. El será entonces el mensajero que va a cumplir la misión de evangelización.
Para mostrar la lógica de esta misión, se refiere a su éxito en la guerra contra los moros. Es una continuidad en la cruzada emprendida por los Reyes Católicos. Colón insiste diciendo que se pierden muchos pueblos "creyendo en idolotría". En el proyecto inicial de Colón, lo más importante es el carácter religioso de la empresa.
¿Cuál es la originalidad de su proyecto?
La originalidad es que va por el camino de Occidente. Notamos que el estilo de Colón es reverente y por eso en el texto son los Reyes que ordenan ir por este camino. "Ordenaron... "
Colón habla de las “mercedes” que recibió. ¿De qué se trata?
Los soberanos firmaron con él las capitulaciones de Santa Fe, un tratado en el que recibe el título de Almirante, los cargos de Virrey y Gobernador de las tierras que descubra, la décima parte de las riquezas obtenidas con la empresa. Son muy importantes estos acuerdos ya que representan para Colón riqueza, honor y gloria.
¿Qué cuenta en la línea 32? ¿Cuál es su misión? ¿Cuál es su intención?
Colón cuenta el principio de su aventura. Sale de Granada para ir a Palos para preparar sus barcos. Sale el tres de agosto hacia las islas Canarias que serán el punto de partida de la aventura. Colón será el embajador de los Reyes. Su misión principal es "dar la embajada de Vuestras Altezas a aquellos príncipes" y cumplir los que los Reyes han mandado. Por eso su intención es escribir este diario. Su dedicación aparece reflejada en el estilo "escribir cada noche lo que el día pasar, y el día lo que la noche navegare". Quiere también dibujar un mapa para situar los nuevos territorios.

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Llegada a las Indias

¿Qué era el requirimiento? es fr

 

 

 

 

 

El proyecto de Colón (1) - Serie Isabel

Louane : En el primer vídeo de la serie Isabel hay 2 personas una dama de compañía de Isabel y Cristóbal Colón. Cristóbal Colón está esperando en el pasillo del Palacio y cuando ve a la dama, intenta llamarle la atención con una pregunta "¿Cree que la tierra es redonda?" Cristóbal Colón quiere ver a la reina Isabel para presentarle su proyecto pero la reina tiene muchas ocupaciones. La mujer le aconseja ver a Fray Hernando de Talavera, confesor y consejero de la Reina. Le anima a tener paciencia diciendo “Quien tiene la voluntad tiene la fuerza”. Colón le regala un globo terráqueo y la dama le dice que va a ver cómo puede ayudarle. Por eso Cristóbal Colón parece muy contento.

El proyecto de Colón (2) - Serie Isabel

Colón presenta su proyecto a Fray Hernando de Talavera para conseguir una audiencia con la reina. Colón habla primero la ruta por el oeste y de las riquezas que se podrían conseguir pero Fray Hernando le contesta que no es esto que le interesa a la Reina. Colón sigue hablando de su gran conocimiento. Ha leído todo lo que existe sobre la materia y además pudo ver los documentos, cartas y mapas de navegación de su suegro Perestrelo, navegante portugués. Cuando el padre le replica que es soberbia, Colón le dice no es soberbia sino certeza. Está a punto de revelar un secreto. ¿Qué habéis visto y oído? le pregunta el padre. Colón cuenta que conoció a un piloto que se perdió en una tormenta y que viajó más allá de las Azores. Dibujó un mapa de navegación que Colón tiene en su poder. Fray Hernando de Talavera parece convencido y va a ver si puede conseguir una audiencia. Pero para convencer a la reina será difícil. Por eso el padre le dice que espera que no tenga reparo en enseñarle el documento.
"A vuestra Alteza le tenéis que hablar más de las almas que la fe podrá iluminar que del oro que encontraréis".
Lo que dice la dama nos recuerda la carta que escribió a los Reyes Católicos en la que hacía hincapié en la evangelización.

ISABEL Las capitulaciones (3)

Nos encontramos en Santa Fe, el 17 de abril de 1492, en las afueras de Granada. Fue donde se firmó el tratado entre Colón y los Reyes Católicos. Los Reyes le conceden grandes privilegios. "La corona le otorga el título de Almirante de la Mar Océana, así como los cargos de Virrey y Gobernador general con carácter hereditario de todas las tierras descubiertas. Además recibirá la décima parte de todas las riquezas que se obtuvieran, tales como oro, plata, perlas preciosas y especias, así como una octava parte de todos los beneficios que del viaje se obtuviese." Vemos cómo Colón firma las capitulaciones delante de los Reyes.
A continuación asistimos a la conversación entre Colón y la reina. El navegante le da las gracias por su apoyo. Isabel replica con argumentos políticos. No hubiera querido que sus rivales, Francia y Portugal, llevaran a cabo tal empresa. Colón pronuncia una frase premonitoria. La próxima vez que vea a la reina, su reino se extenderá más allá de los mares.
"Años vendrán dentro de muchos siglos en los que el océano soltará sus ligaduras y un gran continente saldrá de entre las olas. Entonces Tetis regirá nuevos mundo y Tule ya no será la última tierra".
Tétis en la mitología griega era una diosa marina.
Piteas fue un navegante griego que exploró el océano Atlántico y llamó Tule la isla más
alejada a la que llegó. Desde entonces, Tule es sinónimo del lugar más alejado. fuente
HISTORIA DEL DOCUMENTO

ISABEL Rendición de Granada

La acción se verifica en la Alhambra de Granada. Boabdil está en su palacio. Irrumpen los cristianos, los señores nazaríes sacan las espadas pero el príncipe dice "Granada ya no nos pertenece".
Más adelante, aparece en la secuencia el famoso cuadro de la rendición de Granada de Francisco Pradilla. A lo lejos se ve las torres de la Alhambra y Sierra Nevada.
Boabdil entrega la llave de la ciudad.

Francisco PRADILLA Y ORTIZ (Villanueva de Gállego, Zaragoza, 1848 - Madrid, 1921) - Óleo sobre lienzo - 330 x 550 cm
Muy interesante esta página RTVE sobre el cuadro de Pradilla. aquí

ISABEL Rendición de Granada Música

ISABEL - Las capitulaciones de Santa Fe

ISABEL Las capitulaciones

 

ISABEL 12 de octubre 1492 (4)

ISABEL - Colón llega a América

12 de octubre de 1492
La llegada de Cristóbal Colón


2.24  
Historia

Viernes a doce de octubre de 1492 - Después de dos meses de travesía, Cristóbal Colón y sus hombres tocan tierra cuando pensaban que estaban a punto de fracasar en su aventura. Sin saberlo, acaban de descubrir el Nuevo Mundo.

LA NOTICIA Colón llega a América.

LA TRAVESÍA la traversée FRACASAR échouer ACABAN DE ils viennent de...

Descubrimiento de AméricaYouTube

Por fin, Colón puede desembarcar. Toma posesión de la isla y le da el nombre de San Salvador.

ISABEL - Colón vuelve a Barcelona
¿Qué le
trajo Colón a los Reyes Católicos de su primer viaje a América?

 

Serie Isabel. Colón vuelve a Barcelona (5)

Cristóbal, después de su primer viaje, va a ver a los Reyes Católicos en Barcelona. Cumplió la misión con el descubrimiento de la ruta hacia el oeste y de nuevas tierras y riquezas. A continuación, Colón enseña lo que trajo de su viaje.

ISABEL - La reina aún confía en Colón

Entrevista de Isabel
con Cristóbal Colón


1.40  
Historia

Viernes a doce de octubre de 1492 - Solo Isabel sigue confiando en El Almirante Cristóbal Colón...¿cuánto tiempo durará la cordialidad entre ambos?

LA NOTICIA La reina Isabel recibe a Cristóbal Colón.

AMBOS tous les deux

"Echando cuentas"
Compara con el texto de Alejo Carpentier.

¿Qué es el tratado de Tordesilla?

enciclopediadehistoria.com
Es un acuerdo entre España y Portugal, firmado en la ciudad de Tordesillas cerca de Valladolid. El papa dividía los territorios por explorar siguiendo una línea imaginaria, un meridiano que pasaba por Brasil a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.

El Tratado de Tordesillas vuelve a su lugar de nacimiento 525 años después
6 de junio de 2019 Radio Televisión de Castilla y León

En la exposición hay la primera carta de Colón a Isabel la Católica :
"Colón quiere dar a conocer a todo el mundo, particularmente a la santa Sede, a Portugal y a todos la importancia de sus descubrimientos para garantizar financiación".

LA SERIE ISABEL
El tratado de Tordesillas 1494 1.28

Los Reyes Católicos y Juan II de Portugal se reparten el Océano Atlántico después de que Colón haya descubierto que hay tierra al otro lado de lo que llamaban Mar Angosto. Gracias a lo firmado en Tordesillas, dentro de unos años Portugal colonizará Brasil...

Isabel - El Tratado de Tordesillas:
la jugada maestra de Juan II de Portugal
3.41

¿Por qué firmaron los Reyes Católicos un acuerdo con Portugal cuando el Océano Atlántico iba a ser para ellos según una bula de Alejandro VI?
"El rey de Portugal era un monarca muy inteligente." Asegura Teresa Cunillera, asesora histórica de 'Isabel'.
Además añade que por la tradición navegante del país, "Tal vez tuvieran ya conocimientos de la otra mar océana. Probablemente, ya hubo alguna expedición secreta hacia esas tierras". De ahí ese empecinamiento en mover el paralelo hacia el oeste... Esa línea divisoria le regaló a los lusos una de las tierras más ricas y fértiles de Sudamérica...
Isabel : "Si no podemos permitirnos una guerra, tendremos que negociar"

ISABEL Tratado de tordesillas

Los Reyes están furiosos porque el Rey Juan de Portugal considera que tiene derechos sobre el Atlántico. El tratado de Tordesillas divide las tierras por descubrir siguiendo un meridiano.

Le traité de Tordesillas définit donc une ligne de partage selon un méridien situé à 370 lieues (1 770 km) à l'ouest des îles du Cap-Vert (46° 37' Ouest dans le système actuel) : les territoires situés à l'ouest de ce méridien (en partant du Cap Vert), sont dévolus à la couronne de Castille (ils incluent les découvertes de Colomb) ; les territoires situés à l'est, à la couronne de Portugal (Afrique, mais aussi le Brésil, découvert en 1500 par le Portugais Pedro Alvares Cabral). wikipedia

 

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA TIERRA LA PELÍCULA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Les chroniqueurs de la découverte des Amériques

Cronistas de la época del Descubrimiento y la Conquista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

herodote.net vidéo

 

 

 

 

http://www.histoire.ac-versailles.fr/IMG/pdf/2_presentation_de_la_sequence.pdf

 

 

 

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