UNA LLAMADA DE RAQUEL    Héléna y Mélanie
clicprofe 11/01/20 DOMINAR EL ESPAÑOL info-bulles - tooltip Walter Zorn -

REBAJAS

Sonó el teléfono. Era Raquel. Su voz sonaba triste, desolada.
—¿Qué te pasa?
—He hecho una cosa
espantosa—susurró.
—¿De qué se trata?
—He estado de compras. No puedes imaginarte el dinero que me he gastado. No me di cuenta. Utilicé la tarjeta de crédito. No me atrevo a decírselo a Alfonso… Ahora andamos mal de dinero, no hace más que decir que tenemos que prescindir de muchos lujos. Estoy horrorizada. Alfonso está de viaje. Viene mañana.
Se echó a llorar.
—Pero, ¿cuánto dinero te has gastado?
—No lo sé exactamente. Jamás me había comprado tantas cosas de golpe. Estaban de rebajas. Nunca me había pasado. Me he debido de volver loca. —Su voz entrecortada tomó fuerza—. ¿Qué estás haciendo ahora? —preguntó—, ¿por qué no vienes a verme? Tal vez te guste algo de lo que he comprado. Me siento fatal.
Le dije que iría, no para comprar nada, sino para ver sus compras. A lo mejor había hecho estupendas adquisiciones. Lo cierto era que no me disgustaba imaginar la cara de estupor de Alfonso al ver la cuenta de la tarjeta de crédito.
La cama de Raquel rebosaba de ropa. Sentada en una butaca, observaba sus compras con expresión de angustia.
Si pudiera hacerlas desaparecer —murmuraba.
—¿Ya no quieres nada de lo que has comprado?
—Daría dinero para que alguien se lo llevara todo de aquí. No quiero ni verlo. Odio haber gastado tanto.
Sin embargo, tenía los ojos clavados en la ropa, como si no pudiera desprenderse de esa visión.
—Mira a ver si algo te gusta —pidió.
Me senté sobre la cama y examiné las compras de Raquel.

Soledad Puértolas, Queda la noche, 1989

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¿Qué te pasa?
—He hecho una cosa espantosa.
—¿De qué se trata?
—He estado de compras. No puedes imaginarte el dinero que me he gastado.

—Pero, ¿cuánto dinero te has gastado?
—No lo sé exactamente. Jamás me había comprado tantas cosas de golpe. Estaban de rebajas. Me siento fatal.

Si pudiera hacerlas desaparecer.
—¿Ya no quieres nada de lo que has comprado?
— No quiero ni verlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL PÁJARO